Un proindiviso, también denominado condominio o comunidad de bienes, se trata de aquellos bienes o derechos que pertenecen a varias personas simultáneamente, que reciben el nombre de copropietarias o cotitulares. Este derecho se utiliza en las herencias o en las liquidaciones matrimoniales tras el divorcio. Desde el blog de BBVA explican que «es importante aclarar que un proindiviso no existe hasta que se dispone del título inscribible en el registro de la propiedad. Para ello, la herencia debe estar adjudicada en los porcentajes correspondientes a cada heredero y aceptada. Es en este momento cuando pasan de ser herederos a propietarios».
La titularidad compartida de los bienes no es normalmente la mejor manera para administrarlos, ya que no siempre permite al copropietario disponer con plena libertad de los bienes, como sucede con la herencia que reciben los hijos. Con mucha frecuencia, se generan conflictos entre los copropietarios, porque no se puede hacer uso del bien o derecho común sin contar con el consentimiento de los demás. La administración de esta comunidad de bienes se basa siempre en el acuerdo entre los copropietarios.
Hay que tener en cuenta que no se puede donar, vender o hipotecar el proindiviso sin el consentimiento de los demás propietarios. Pero sí se puede transmitir o vender la cuota de participación que se posea. La cuota de participación de cada uno obliga a asumir el pago de impuestos y permite la participación en las ganancias que se generen.
Los abogados de Deproindivisos, expertos en este derecho, nos explican que para administrar y usar el bien común es preciso el acuerdo de la mayoría de los copropietarios, pero si el acuerdo de esa mayoría perjudica a un partícipe, este puede recurrir al juzgado.
¿En qué consiste la disolución de un proindiviso?
Cuando los copropietarios no llegan a un acuerdo, lo mejor es proceder a la disolución del proindiviso. Al disolverlo, el proindiviso se divide entre los partícipes, y cada uno pasa a ser propietario en exclusiva de su parte. Pero esta disolución no es sencilla y, por eso, es necesario el asesoramiento del abogado experto en este derecho.
Disolución del proindiviso cuando es divisible
Cuando el proindiviso es divisible, cualquiera puede solicitar su partición, dividiéndolo en lotes proporcionales a las cuotas de cada partícipe. Por ejemplo, si dos hermanos tienen dos viviendas en condominio, cada uno puede quedarse con una, y quien se quede con la de más valor abona la diferencia al otro. Si para la división del proindiviso no se llega a un acuerdo, se puede recurrir a la conciliación notarial. Si, aun así, no se alcanza el acuerdo, se puede recurrir a los tribunales y será el juez quien decida el modo de dividir el patrimonio común.
Disolución del proindiviso cuando es indivisible
En este caso, los copropietarios pueden vender todo el proindiviso y repartir el valor obtenido en función de las cuotas de cada uno. Si todos los copropietarios están de acuerdo con la venta, deben firmar un acuerdo sobre las condiciones de la venta, para evitar problemas futuros. Pero si no hay acuerdo, los copropietarios deben recurrir a la subasta, que puede ser notarial o judicial. Pero si los copropietarios apuestan por la subasta judicial, deben saber que suele arrojar un resultado económico bastante inferior al de mercado. En ambas subastas, los copropietarios pueden hacer sus ofertas, que se adjudicará siempre al mejor postor.
¿Cuáles son las funciones de un abogado experto en proindivisos?
Es importante contar con el asesoramiento de un abogado experto en este derecho porque puede mediar entre los propietarios de una vivienda, para que lleguen a un acuerdo. Los copropietarios deben conocer sus derechos y los cambios legislativos. Además, ofrece un asesoramiento personalizado porque se adapta a las necesidades de los copropietarios y al caso que tiene que llevar.
Este abogado sabe gestionar los conflictos porque los copropietarios suelen enfrentarse cuando no se ponen de acuerdo con la propiedad del bien. Esta figura sabe resolver los conflictos de manera efectiva y ayuda a los copropietarios en conflicto a comunicarse y negociar un acuerdo mutuamente satisfactorio. Este experto explica a los propietarios las fases que deben realizar y se encarga de preparar toda la documentación.
Pero, si los copropietarios no llegan a un acuerdo, el abogado les aconsejará acudir a los tribunales. Otra de las ventajas es que ayuda a los propietarios de la vivienda o un bien a expresar sus intereses, pero las conversaciones no podrán ser desveladas, ya que el abogado ofrece confidencialidad. Además, el abogado especializado en este derecho conoce todas las actualizaciones y los cambios legislativos, por lo que redacta a la perfección todos los documentos legales.
