En un evento, las copas no solo cumplen una función práctica, sino que también contribuyen al estilo y la elegancia de la ocasión. Cada tipo de copa está diseñada específicamente para realzar las cualidades de la bebida que contiene, como el aroma, el sabor y la presentación. Esta selección cuidadosa no solo responde a una cuestión estética, sino también a la experiencia sensorial que se busca ofrecer a los asistentes.
Las copas de vino son una de las más comunes en cualquier evento, ya que el vino es una bebida protagonista en celebraciones de todo tipo. Estas copas varían según el tipo de vino que se va a servir. Por ejemplo, el vino tinto, que suele ser más robusto y aromático, se sirve en copas de cuerpo amplio y boca más estrecha para permitir que los aromas se concentren y sean mejor percibidos. Por otro lado, el vino blanco, más ligero y fresco, se sirve en copas más pequeñas que ayudan a mantener su temperatura óptima. En el caso del vino espumoso, como el champagne, las copas alargadas y estrechas, conocidas como flautas, permiten que las burbujas se mantengan por más tiempo, realzando su textura y efervescencia.
El mundo de los cócteles también está representado por una amplia gama de copas en eventos. Entre ellas destacan las copas de Martini, con su característica forma de cono invertido, ideales para cócteles como el clásico Martini o el Cosmopolitan. Su diseño permite que los ingredientes se mezclen de manera uniforme mientras mantienen la bebida fría por más tiempo. Otra copa popular es la conocida como coupé, utilizada tanto para cócteles como para ciertos tipos de espumantes. Su forma redondeada y poco profunda evoca un aire de sofisticación clásica. En el caso de cócteles que se sirven con hielo, los vasos cortos y robustos, como el ‘old fashioned’, son la elección perfecta, ya que ofrecen el espacio necesario para los cubos de hielo y permiten que la bebida se disfrute lentamente.
Para las bebidas espirituosas que suelen tomarse solas o con un toque de hielo, como el whisky o el brandy, existen copas diseñadas específicamente para resaltar sus características únicas. Por ejemplo, el brandy se sirve en copas tipo balón, cuyo diseño permite calentar ligeramente la bebida con la mano y liberar sus aromas complejos, según nos explican desde Giona Premium Glass, quienes nos indican también que el whisky, en cambio, puede servirse en vasos bajos y anchos, conocidos como ‘tumbler’, que son ideales para disfrutar de su carácter intenso.
La cerveza, aunque menos asociada a la elegancia de los eventos formales, también tiene su protagonismo con una variedad de copas y vasos que realzan su sabor y presentación. Dependiendo del tipo de cerveza, se pueden utilizar jarras robustas, copas tulipán o vasos altos que favorecen la formación de espuma y el desarrollo de los aromas.
No se puede dejar de mencionar las copas dedicadas a las bebidas no alcohólicas, como el agua, los jugos o los refrescos. En este caso, suelen utilizarse vasos altos o copas sencillas, cuyo diseño busca ser funcional más que decorativo. Sin embargo, en eventos de alta categoría, incluso estos recipientes pueden ser seleccionados con gran cuidado para mantener la coherencia estética.
¿Cuál es la copa más extraña?
La copa más extraña puede variar en función de a quien o donde lo preguntemos y es que puede haber diferentes respuestas según la cultura, el diseño innovador o incluso el propósito para el que fue creada. Sin embargo, una de las copas que más destaca por su peculiaridad es la copa ‘pokal’, o cuerno vikingo. Este tipo de recipiente para beber tiene forma de cuerno, inspirado en los que utilizaban los antiguos pueblos nórdicos. Aunque no tiene base y, por tanto, no puede colocarse sobre una superficie plana sin un soporte especial, su diseño evoca un estilo arcaico y llamativo. Hoy en día, este tipo de copa se utiliza más como una pieza de colección o en eventos temáticos, como festivales medievales o celebraciones relacionadas con la cultura escandinava.
Otro ejemplo curioso es la copa de absenta tradicional, diseñada específicamente para el consumo de esta icónica bebida. Su diseño incluye una cavidad inferior que actúa como medidor para la cantidad de absenta, mientras que el resto de la copa se llena con agua helada vertida lentamente sobre una cuchara especial con un terrón de azúcar. El proceso ceremonial de preparación de la absenta convierte a esta copa en una experiencia visual y sensorial única.
También existen copas de diseño moderno extremadamente inusuales, como las que tienen formas abstractas o geométricas que desafían los conceptos tradicionales de funcionalidad. Estas copas pueden tener asas en lugares inesperados, formas asimétricas o materiales poco convencionales, como cristal soplado combinado con metales preciosos. Aunque muchas de ellas son más artísticas que prácticas, suelen ser un punto de conversación en eventos exclusivos.