Yo no tengo una empresa de artículos personalizados, pero últimamente me he informado un montón sobre el tema porque mi cuñada está pensando en montar algo parecido. Su idea es centrarse en cosas personalizables con estilo manga —tipo tazas, camisetas, libretas y todo eso— y quería saber si realmente merece la pena lanzarse o si es otro de esos negocios que suenan bien pero luego no despegan.
Así que me puse a investigar, hablé con gente que ya está metida en esto, vi vídeos, leí foros, blogs, y empecé a entender cómo funciona el mundillo. Te adelanto que no es solo hacer cosas bonitas y esperar que te las compren, hay bastante detrás, pero tampoco es imposible.
Si tú también estás dándole vueltas a emprender con productos personalizados, esto te interesa.
Lo primero: ¿cómo te das a conocer?
Da igual lo bonitos que sean tus productos, si nadie sabe que existen, no vas a vender ni uno. Así de simple. Lo más importante al principio es moverse y hacerse visible.
Lo más recomendable es tener una buena presencia online. ¿Qué significa esto? Tener redes sociales activas (Instagram es clave, sobre todo si tus productos son visuales), una tienda online mínimamente cuidada, y contenido que enganche: vídeos mostrando cómo personalizas los productos, fotos de calidad, reels enseñando pedidos reales, etc.
También es útil colaborar con otras marcas. Por ejemplo, si haces libretas personalizadas, puedes contactar con ilustradores o creadores de contenido que compartan tu estilo y proponer intercambios: tú les haces una libreta, y ellos te mencionan. Así llegas a más gente.
Otra vía son los marketplaces como Etsy, Amazon Handmade o incluso TikTok Shop si te lo curras. Pero ojo, estas plataformas tienen sus propias reglas y comisiones, así que no pongas todos los huevos en la misma cesta.
Y si puedes participar en ferias de artesanía o mercadillos, aunque sea al principio, mejor. No solo vendes, sino que aprendes un montón viendo la reacción de la gente en directo.
¿Tienda física, online o ambas?
Aquí depende mucho de tus recursos y de tu objetivo.
Si estás empezando desde cero, yo sinceramente no montaría una tienda física todavía. Tener un local es caro (alquiler, suministros, licencias, mobiliario…), y si todavía no sabes si tu idea va a funcionar, puedes perder mucho dinero.
Lo más práctico hoy en día es empezar online. Puedes montar una tienda con Shopify, WooCommerce (si tienes WordPress), o incluso empezar con una cuenta de Instagram y usar plataformas como Ko-fi o Gumroad para vender.
Eso no significa que una tienda física sea mala idea, puede funcionar si vives en una zona con mucho turismo o con cultura de comprar en tiendas pequeñas. Pero tiene más riesgo. Otra opción intermedia es tener un pequeño showroom o taller en casa (si tienes espacio) y recibir a la gente con cita previa. O abrir un puestecito en mercadillos artesanales.
Ahora bien, si te va muy bien online y ves que tienes clientela fiel, podrías plantearte abrir una tienda física más adelante, o incluso combinar ambas. Pero para empezar, online es lo más sensato.
¿Qué tipo de productos puedes vender?
Aquí hay un mundo. Los artículos personalizables pueden ser casi infinitos, pero te dejo una lista de los más comunes y que suelen funcionar bien:
- Tazas con nombre, ilustraciones o frases
- Camisetas, sudaderas o tote bags personalizadas
- Libretas, agendas, cuadernos (muy populares si tienen diseño bonito)
- Láminas o posters
- Chapas, llaveros o imanes
- Velas personalizadas (sí, también se puede)
- Botellas reutilizables con nombre o dibujo
- Fundas de móvil o carcazas
- Pulseras o joyitas sencillas con iniciales o mensajes
- Papelería (stickers, sellos, marcapáginas)
Y si tu estilo es más concreto, como en el caso de mi cuñada que quiere hacer cosas tipo anime/manga, tienes todo un público ahí: fans de series, eventos otaku, regalos personalizados para cumpleaños temáticos, etc. Es cuestión de buscar y hacerse un hueco en el mundillo.
Lo ideal es empezar con 4 o 5 productos que controles bien, probarlos y ver cuál funciona mejor. Luego, poco a poco, puedes ir ampliando el catálogo, cuando ya te conozcan y empiecen a interesarse por lo que les ofreces.
¿A quién le puedes vender?
Regalo Grabado, empresa de regalos personalizados originales y personalizables, lo tiene claro: ellos, por ejemplo, organizan sus productos por ocasión (bodas, bautizos, cumpleaños…), no solo por tipo, tú podrías hacer algo similar.
Consejo: no pongas solo “tazas” o “llaveros”, crea categorías como “regalos para parejas” o “detalles para profes”. Ayuda a que te encuentren y vende mucho mejor.
Eventos personales
- Bodas (regalitos para invitados, carteles, invitaciones)
- Comuniones y bautizos (recordatorios, detalles, cajas)
- Cumpleaños (camisetas, chapas, kits de fiesta)
Empresas
- Regalos corporativos con el logo
- Merchandising personalizado
- Kits de bienvenida para nuevos empleados
Público general
- Regalos personalizados para Navidad, San Valentín, Día de la Madre, etc.
- Fans de ciertas temáticas (anime, astrología, frases motivacionales…)
- Personas que simplemente quieren cosas bonitas con su nombre
Lo bueno de este tipo de negocio es que puedes adaptarte según la temporada
En Navidad puedes vender adornos personalizados, en verano camisetas y botellas, en septiembre libretas y agendas.
Pero para eso necesitas organización, porque si te pilla el toro con los materiales, pierdes ventas.
¿Qué necesitas para empezar?
Aquí viene la parte técnica. Según el tipo de producto que quieras hacer, necesitas una serie de cosas.
Te lo dejo por partes:
Proveedores
Es fundamental buscar buenos proveedores para las bases de tus productos (tazas, camisetas, cuadernos…). Puedes empezar comprando en sitios como Alibaba, Aliexpress, Amazon o proveedores locales. Pero si quieres calidad, mejor buscar opciones europeas o españolas, aunque salgan un poco más caras.
Maquinaria
Esto depende del tipo de personalización que vayas a hacer:
- Sublimación: Necesitas una impresora de sublimación, papel especial y una plancha térmica (para tazas o camisetas). Es ideal para diseños a color y duraderos.
- Vinilo textil o adhesivo: Requiere una plotter de corte (como la Silhouette Cameo o Cricut) y plancha térmica. Perfecto para camisetas, tazas o stickers.
- Impresora láser o inyección de tinta: Para hacer pegatinas, etiquetas, papelería…
- Impresora UV: Mucho más cara, pero permite imprimir sobre casi cualquier superficie.
- Láser de grabado: Para madera, metacrilato o cuero. Ideal si haces llaveros, placas, etc.
Puedes empezar con una Silhouette (que es con lo que ha empezado mi cuñada) y con una plancha básica, y con eso ya haces camisetas, tazas y libretas.
Más adelante puedes ir invirtiendo en maquinaria más pro.
Software
Programas para diseñar: Canva (para empezar va muy bien), Illustrator, Photoshop, Silhouette Studio, Procreate (si dibujas a mano). También necesitarás algo para llevar tus cuentas, hacer facturas, etc. (puedes usar Holded, Contasimple, Excel…).
Espacio y almacenaje
Aunque trabajes desde casa, vas a necesitar espacio. No solo para guardar stock (tazas, camisetas, etc.), también para organizar pedidos, embalar, diseñar… Si puedes tener una habitación solo para eso, genial. Si no, al menos una zona bien organizada.
Compra estanterías, cajones con etiquetas, cajas apilables… Todo lo que te ayude a tenerlo bajo control, porque cuando llegan los pedidos, el caos es muy real si no tienes todo a mano.
¿Cuánto cuesta empezar?
Aquí depende de lo que quieras hacer, pero te doy una idea básica si empiezas con cosas sencillas:
- Plotter de corte: entre 200 y 400 €
- Plancha térmica: entre 100 y 300 €
- Materiales iniciales (vinilos, tazas, camisetas, cuadernos…): unos 200 €
- Embalaje (cajas, papel, pegatinas, sobres): unos 50-100 €
- Dominio y hosting para tienda online: unos 60 €/año
- Publicidad inicial (Instagram Ads, Facebook Ads): unos 100 €
Es decir, podrías arrancar con unos 700-1000 €, tirando a lo bajo. Obviamente puedes gastar mucho más si te vienes arriba, pero es posible empezar de forma sencilla.
Consejos que me dieron y que voy a compartir contigo
- Empieza poco a poco. No quieras sacar 30 productos desde el día uno. Elige tres o cuatro que controles bien.
- Haz pruebas. Antes de poner algo a la venta, haz pruebas de calidad. Lávalo, úsalo, y mira si resiste.
- Haz tu marca. Un logo bonito, colores coherentes, un estilo visual cuidado… Todo suma.
- No te olvides del packaging. A la gente le encanta recibir algo bonito, aunque sea un simple sobre con pegatinas.
- Calcula bien los precios. No vendas a pérdidas. Cuenta materiales, tiempo, herramientas, impuestos…
- Escucha a tus clientes. Las primeras opiniones son oro. Te ayudarán a mejorar.
¿Merece la pena?
Si te gusta este mundo, te gusta diseñar, hacer cosas con tus manos y tienes paciencia, puede ser muy gratificante. No te haces rica el primer mes, ni al segundo, pero si lo haces bien y encuentras tu público, puedes vivir de ello.
Eso sí, es trabajo. Hay que currárselo. No es solo sentarse a diseñar, también tienes que aprender de marketing, redes, logística, ventas, proveedores… Pero si te va ese rollo creativo y emprendedor, lo vas a disfrutar.
Yo lo he aprendido todo esto por mi cuñada, pero si estás leyendo esto y te lo estás planteando, espero que te haya servido. A veces, tener la información clara es lo que hace que por fin te atrevas a dar el paso (o que decidas que no es para ti, que también está bien). En cualquier caso, ya sabes por dónde empezar.
Y si al final te lanzas, ¡mucho ánimo! Que lo personalizado tiene alma, y eso siempre se nota.