¿A qué se le llama vino de la casa?

El vino de la casa en un restaurante es el producto genérico del local. Además, es aquel que se sirve cuando el cliente no elige uno concreto, ya que quiere tomar vino sin más exigencias.

Es importante que sea una bebida con una gran relación calidad-precio. Los comensales deciden probar este vino por una motivación económica, pero también quieren disfrutar de su consumo.

Esta vino refleja la imagen de marca del establecimiento. Para satisfacer a los comensales, el sumiller aconseja con criterio y experiencia. Es un consumo a ciegas, por eso es importante confiar en este profesional.

Así, que pregúntale al sumiller por algunos datos concretos, como el nombre de la bodega, el tipo de uva, la Denominación de Origen o Indicación Geográfica Protegida, alguna referencia sobre su elaboración…

Este tipo de vino surgió en la Edad Media, porque los propietarios de las posadas lo servían a los viajeros que llegaban hasta ellas.

Ellos mismos elaboran el vino, ya que los posaderos y los mesoneros solían contar con fincas propias en las que cultivaban y fermentaban vinos con sus medios.

Es importante que el vino de la casa esté bueno, ya que esto ayuda a repetir la visita. A continuación, te explicamos las características que se valoran para que sea adecuado:

-Es aconsejable presentar la botella cerrada.

-La normativa sanitaria exige que los vinos estén etiquetados.

-Suele ser un vino de proximidad, característico de la zona en la que se está.

-Es importante que resulte acorde con la experiencia gastronómica del restaurante.

-Suele ser un vino agradable de saborear y correcto en sus matices.

En España, existen vinos riquísimos a buen precio, pero para conservarlos es necesario una vinoteca.

En la tienda online Giona Company encontrarás una gran variedad de vinotecas originales, dispensadores de vino, cubiteras de hielo, vasos, copas de vino, decantadores, sacacorchos de pared, etc.

Una vinoteca es una herramienta necesaria para almacenar las botellas  y para mantener los vinos a la temperatura adecuada. Hay dos tipos de vinotecas: horizontales y verticales.

Las primeras se utilizan para almacenar botellas que no van a ser consumidas en el margen de unos días. Sin embargo, las  verticales son idóneas para almacenar vinos que van a ser consumidos en los días posteriores a su adquisición.

La vinoteca no puede estar en contacto con la luz solar directa, porque afecta de forma negativa al aroma del vino. También es aconsejable que esté alejada de cualquier aparato que genere calor, como lavavajilla u horno.

Puedes colocar la vinoteca en la cocina, aunque si sueles tomar vino durante la comida, lo mejor es colocarla en el comedor.

Las vinotecas tienen un indicador de temperatura que se puede cambiar por medio de botones. Los expertos explican que no podemos tomar un vino en torno a 2 o 4 grados, porque no se podrán percibir sus aromas.

No puedes servir el vino en cualquier vaso. La revista Vinetur explica que «las copas de vino tinto suelen tener un cáliz grande, mientras que las copas de vino blanco tienen un cáliz más pequeño. Por otro lado, las copas de vino espumoso suelen ser altas y delgadas para conservar las burbujas y los aromas».

Si quieres que el vino respire o se airee para mejorar su sabor, puedes utilizar una licuadora o un aireador.

Los vinos tintos que tienen menos de 8 años contienen sustancias químicas que hacen al vino astringente y quien lo bebe siente la boca seca.

Para romper los taninos, te aconsejamos que utilices un aireador de vino, ya que gracias a esta herramienta se puede apreciar mejor las características organolépticas del vino. Pasa el vino de la botella al aireador y de ahí a la copa.

Otra opción es pasar el vino a la licuadora, así que enciende el electrodoméstico unos 30 segundos a velocidad alta. Vuelve a verter el vino en su botella original y ya podrás servirlo.

El vino aporta muchos beneficios para la salud. Varios estudios han comprobado
que el consumo moderado de vino mejora la función cognitiva.

Incluso, una copa al día aumenta los niveles de colesterol bueno y previene las enfermedades cardiovasculares. Una investigación descubrió que las personas que toman vino consumen más aceitunas, verduras, carnes saludables, frutas y quesos bajos en grasa.

Los blancos también aportan numerosos beneficios para la salud. Son de bajo contenido en azúcares residuales y contienen calcio.

Este vino previene la aparición del cáncer de mama, ayuda a perder peso y no produce tanta resaca. Opta por el blanco para tomar ensaladas, pastas, cremas, sopas, paellas, arroces, y pescados.

Los mejores quesos para marinar con un vino blanco son: queso fresco, brie, de cabra y roquefort.

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